Link ya había vencido a las terribles fuerzas del mal y se encontraba reposando tranquilamente sobre el cómodo regazo de su princesa bajo un bello árbol que les daba una plácida sombra.
En cuestión de segundos, el cielo comenzó a nublarse y decidieron pasar dentro. Pasaron horas y parecía que la lluvia jamás acabaría.
Link decidió recorrer el castillo y descubrió una guarida dentro de la biblioteca real que lo llevaba a una habitación sombría y llena de velas;
en la que una manta tapaba un objecto considerablemente grande.
Sin dudarlo dos veces, decidió descubrir qué era aquello y estiró de la manta y se encontró un polvoriento espejo, antiquísimo, en el que, en su marco habían
tallados varias figuras de diferentes tipos de seres fantásticos como dragones, unicornios, trolls y demás. La capa de polvo era demasiado gruesa y, paar poder ver su
reflejo en él, usó su mano para limpiarlo; justo entonces, una resplandeciente luz salió del cristal e iluminó súbitamente la sala al completo. Era una sensación cegadora,
tanto que, con una mano se cubrió los ojos y con la otra decidió coger la manta para cubrirlo de nuevo, pero entonces, al rozar su piel con la lámina, una fuerza sobrenatural lo
absorvió completamente dejando atrás el castillo y llevándolo a otro lugar.
Calló inconscientemente al 'aterrizar' y, al despertar se dió cuenta que se encontraba en la misma habitación, rodeado de polvo y demás, pero, al contrario que antes, la luz ya no estaba presente, la luz de las velas se había apagado y ya prácticamente se podía ver.
Subió las escaleras tranquilamente, de regreso a la biblioteca, pero, al entrar descubrió que ya no quedaba ningún libro, todo estaba vacío y desolado. Los grandes ventanales estaban rotos o, incluso habían unos cuantos que tenían maderas que parecían que las usaran de un modo para que nadie entrara.
Salió al pasillo y tan sólo la soledad se encontraba allí presente. No había NADIE, ni un sólo alma. TODO ESTABA COMPLETAMENTE VACÍO Y DESOLADO.
Decidió buscar a la princesa en el jardín, pero no la vió; y al contrario que antes, ya no habían nubes, el sol en el cielo estaba presente, pero nada de esto le olía bien a nuestro héroe. Llegó a la Plaza mayor cuanto pudo y se encontró con una extraña y sombría fiesta; donde supuestos niños con macabras máscaras bailaban al son de una siniestra canción. No habían hylianos. Ni rastro. Tampoco estaba Ganondorf. No sabía qué realmente pasaba.
Alguien de pronto le sorprendió por detrás.
-¡Un hyliano! ¡Hay un hyliano en la plaza! ¡Guardias! ¡Guardias! ¡Socorro!-Gritó terriblemente asustado un moblin.
Link se limitó a correr mientras un grupo de monstruos desconocidos para él le perseguían por toda la ciudad. Consiguió despistarlos y salir de allí. De pronto, tuvo una idea: <Ya sé, iré a ver a Malon, ella me explicará qué está pasando.>
Sacó su ocarina de su zurrón y tocó la canción de Epona para que lo llevase hasta ella, pero los minutos pasaban y ni rastro de su yegua. Finalmente, no tuvo más remedio que caminar y llegó allí al atardecer, ya pronto iba a ser de noche. Encontro varias diferencias al entrar en el Rancho Lon Lon, por ejemplo, ya no ponía 'Lon Lon', como siempre, ahora ponía 'Rnch y después una 'L' de metal algo oxidada; también observó la mala calidad de la madera de los establos, la madera de la que estaba formada estaba pudriéndose y no tardaría mucho en derrumbarse.
Llamó cuidadosamente a la puerta y una mujer respondió temblorosa:
-¿Sí....? ¿Quien es..? ¿Quien llama a estas horas...? Ya pagué hace tiempo esa deuda, así que váyase, señor cobrador.
-No.. No soy un cobrador; soy Link... Y estoy buscando a Malon...-Contestó él.
Un silencio eterno invadió el entorno en unos segundos vacíos y completos de soledad y añoranza. La puerta se abrió y salío una anciana descalza, con el pelo completamente blanco y los ojos azules como el mar.
-¿Eres TÚ entonces el chico del bosque? ¿Por qué no aparecistes en todos estos años? ¡¡Todos te estuvimos buscando!!
-Malon... ¿Eres tú?-Preguntó atonito ignorándo lo que le había dicho.
La anciana mostraba cierta ira y duros años de trabajo en su arrugada cara, pero también curiosidad y un espíritu joven y amistoso. Le ofreció entrar. Aceptó.
-Ahora respóndeme, Link... ¿Dónde has estado en tooodos estos años?
-Yo.. Verás. Yo me econtraba en palacio, con la princesa Zelda y, de pronto..
-Espera, espera... ¿Has dicho Zelda?-Sus ojos destellaban rayos de curiosidad
Él asintió.
-Link.. Zelda murió pocos años después de tu partida. Hubo un golpe de estado completamente diferente a los de antaño. Ganondorf aún sigue atrapado donde los sabios lo dejaron, sí, pero alguien de mayor poder está ahora gobernando todo Hyrule.. O mejor dicho, todo Antrikar...
-¿Antrikar? ¿Qué, cómo?
-Hace ya muchos años, cuando yo aún era joven, un caballero apuesto, alto y delgado arribó vestido con majestuosas pieles de abrigo en un elegante carruaje. Según lo que oí en la ciudad, quería proponerle matrimonio a Zelda, cuando ella aún seguía aquí; pero en realidad esas no eran sus verdaderas intenciones, yo lo sabía, yo le conocía, aquel supuesto caballeroso marqués no era más que un apestoso niño malcriado consentido por sus padres. Él se llama Arkyn.-Explicó Malon
-¿Arkyn? ¡Pues vaya nombre!
-Nuestro querido reino ahora es un terrible lugar lleno de caos y discordia. Los monstruos ahora viven como si fueran hylianos normales. Los que son 'ciudadanos normales' se suelen asustar de los que no son como ellos.
-¡Claro! ¡Por eso ese moglin se asustó al verme!
-¡Exacto! Ahora TODO ha cambiado. TÚ eres el único que puedes cambiar el terrible destino que aguarda la ahora escasa raza hyliana. ¡Combate al malvado y trae de nuevo la paz a Hyrule, chico del bosque!
No hay comentarios:
Publicar un comentario