Los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra que los amigos (y los amores) siempre
los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén muy lejos el uno del otro.
Sé que tratar de olvidar a alguien es querer recordarlo para siempre..
Por mucho que me duela o por mucho que no quiera a partir de hoy no me queda más remedio que empezar a olvidarte,
olvidarme de tu pelo, de tus ojos, de tus miradas, de tus lágrimas, de tu sonrisa, de tus labios, de tus besos,
de tus manos, de tus caricias, de tu voz, de tus te quiero, de los momentos buenos,
de los momentos malos, de que te quiero, de que te amo, de que eres la mujer de mi vida…
El adiós no siempre posee la misma forma. A veces ni siquiera escogemos esa palabra para alejarnos, preferimos un hasta pronto
en susurro, un mudo hasta siempre o el silencio cuando no queda más que ausencia o dolor, cuando la voz permanece quieta.
Te dejo todas las lágrimas que derramé mientras escribía estas líneas. Te dejo mi falta de aire, el dolor que en este momento
siento, el dolor. Mi coraje. Todo te lo dejo aquí. Y me quedo con lo que no puede dejar de sonar en mi alma, dos palabras: TE AMO
Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti...
Perdona mi egoísmo te amaba demasiado para verte sufrir y quizás a ti te hubiese gustado decirme adiós pero ahora solo te
queda llorar sobre mi tumba
Ahora llega al fin, la frase que sabes que llegaría, te digo adiós oh amada mía.
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