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Leer es vida

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lunes, 14 de septiembre de 2015

Una pequeña parte de mi historia

Cuando era pequeña, tan pequeña como para no tocar con los pies el suelo mientras estaba sentada, mis padres me llevaban a pasear al campo muy a menudo y, de ese modo, me enseñaban pequeñas cosas sobre la naturaleza. Mi madre señalaba los árboles, nombrándolos con extrema dulzura y mi padre, desplegaba un mantelito y lo colocaba cuidadosamente en el suelo para tumbarnos sobre el y así observar cómo pasaban las nubes, compartiendo historias de lo más emocionantes. Hoy en día sigo disfrutando de estos momentos de la vida, ya he cumplido los dieciséis años y el 'poco' tiempo que llevo aquí he aprendido que, como un árbol o una diminuta flor, nosotros vamos creciendo poco a poco, aprendemos de lo que nos rodea y después, cuando ya hemos alcanzado la madurez nos expandimos para que otros aprendan de nuestras experiencias.

viernes, 10 de julio de 2015

Entendez-Vous?

Hola!
Hoy os voy a dejar una canción;
Se llama "Entendez-Vous" y es de Cécile Corbel. Sinceramente, encuentro esta canción realmente emotiva y me encanta. Espero que a vosotros también os guste.
Os dejo aquí la letra en francés:

C'est une histoire
Du temps passé
Échappée d'un songe
Simple mensonge
Ou vérité
Pour qui veux l'entendre

Auprès d'un chêne
Abandonné
Un enfant repose
Dans un carré de laine
Et l'arbre assoupi
Étends ses branches

" Berce l'enfant
tout contre lui"

Refrain:
Entendez-vous là-haut
Cette chanson comme une symphonie
resteront- elles closes
Les portes vers le paradis?

L'enfant s'endort
Paupières closes
Si loin de chez lui
Toutes les étoiles du ciel
Vont le veiller ensembles
Du fond de la nuit

"Couvre l'enfant
Manteau d'argent"

Refrain:
Entendez-vous là-haut
Cette chanson comme une symphonie
resteront- elles closes
Les portes vers le paradis?

Entendez-vous là-haut
Cette chanson comme une symphonie
resteront- elles closes
Les portes vers le paradis?

Messire le Vent
Je vous en pris
Entendez ma cause
Vous qui soufflez au dehors
Menez l'enfant
Sur le dos de la brise

"Portez l'enfant
Dans son berçeau"

Refrain:
Entendez-vous là-haut
Cette chanson comme une symphonie
resteront- elles closes
Les portes vers le paradis?

Entendez-vous là-haut
Cette chanson comme une symphonie
resteront- elles closes
Les portes vers le paradis?

Espero que os guste tanto como a mí. Muchos abrazos y hasta pronto!!

miércoles, 10 de junio de 2015

¿Qué es el tiempo?


TIME TURNER

¿Qué es el tiempo sino un vahído de horas, minutos, segundos y momentos?
¿Qué somos nosotros? ¿Qué es lo que nos rodea? Puede que las palabras se las lleve el viento,
pero el silencio siempre está ahí, de fondo... Expectante a que alguien calle para ser el centro de atención.
¿Qué es la muerte sin la vida? ¿Qué es la vida sin la muerte? Todo génesis tiene su némesis. Incluso los polos que se repelen algún día llegarán a besarse. La vida sin la muerte es la eternidad, la monotonía, el aburrimiento y la tristeza de ver cómo todos aquellos a los que amarás se desvanecerán con el transcurso del tiempo, como arena removida en el desierto.

lunes, 1 de junio de 2015

Miradas

La luz de la calle me distraía, así que decidí bajar la persiana. Me acerqué y mirando a través de las cortinas vislumbré la figura de un chico asomado en la ventana de enfrente. Intentaba cerrar las aberturas de la misma sin mucho éxito. De pronto, nuestras miradas se cruzaron: fue un choque silencioso pero a la vez sentí cómo una extraña melodía se paseaba por mi ser. Fue una sensación que apenas duró unos simples segundos, pero que de cierto modo me causó curiosidad.
Pasados cinco minutos de haber bajado la persiana me puse de nuevo de pie, me acerqué a la ventana y subí ligeramente la persiana, asomándome por las rendijas para ver si aún seguía ahí. Pero se había ido, ya era demasiado tarde... Estos momentos son como las estrellas fugaces, que nos deleitan con su llegada, pero su partida es inevitable. Llegan en unas décimas de segundo, pero cuando ya has pedido el deseo ya se han marchado.

martes, 21 de abril de 2015

Whenever (Whatever Part II)

I remember the last time we were happy. When we take your motorbike and we decided to run away and escape from all the chains that join us to an imperfect world, to the boring routines, to monotony. So we left everything back, even our helmets. And this is the result. We were full of love and craziness. You whispered to me that morning: 'Whenever you want we can leave this situation, I can control it". And I almost lose my life, your life, all we had because of that, because of that precipitated idea.

domingo, 19 de abril de 2015

Whatever

-Just say me something
+What do you wanna know about this?
-All happened so fast... And i need to apologize
+...
-You have to believe me. Please, do you know how i'm feeling right now?
+Seriously?
-Do you remember when we first...
+Stop. It's enough
-Ok. I can imagine what will come after all this. I have been so stupid.
+...
-And i'm gonna lose you because of this, because of my fuck#ng fault
+Sure.
- Why do you act like that? You are so stressful
+... And you are so annoying. I don't know why you still here.
-Because I love you.
+Then why do you did that? Why did you broke this?
-...
+I see... Now you're the one who is in silence, you're the one who is stresful. Do whatever you want to do, I'm so tired.
-Then i should leave.
+I think so.
-Please, give me one more chance, i'm going to change, I promise you, please, I NEED YOU.
+I also need myself, but i'm so broken in this moment i can't do anything.
-So this is a "Good bye"?
+... Maybe just a "See you later". I need time to think. Whatever.

sábado, 11 de abril de 2015

Ababol

Una nueva estación nace ante nosotros, como siempre, año tras año. De la tierra emergen tímidas las primeras plantas, las amapolas entre ellas. Empiezan a abrirse y mostrar sus pétalos saludando a la recién llegada primavera.
Encuentro fascinante la fuerza de estas florecillas silvestres. El tiempo parece descolocado, hay días en los que llueve y el cielo está completamente tapado por un mar de nubes y otros en los que sale el sol radiante, y hace un día precioso y perfecto.
Cuando no deja de llover, como en estas pasadas Fallas, la gente procura salir lo más mínimo de sus casas –parece que tengan miedo a lo que nos ha dado la vida–. Cuando hace este tiempo y sales a la calle protegiéndote con el paraguas a mí, personalmente, me gusta mirar hacia abajo, ver cómo se estrellan las gotas contra el suelo, haciendo una casi insonora explosión en miniatura que en ocasiones moja desde ya pueden ser nuestros zapatos o la cara.
El sonido del móvil me despierta a diario, saco mi mano de entre las sábanas y la parafernalia que me cubre, que me envuelve dándome sensación de absoluta seguridad en ese pequeño refugio que conocemos vulgarmente como cama. Me tapo de nuevo, somnolienta y cubro mi cabeza con la colcha nueva que hacía dos semanas que mi madre había comprado en la tienda de cosas para el hogar en la “Calle Quart”, a unas manzanas de mi casa. Me desperezo por última vez en el interior de mi madriguera antes de volver a dormirme y de pronto, como si tan solo hubieran pasado apenas segundos oigo a mi abuela que me dice:
-Cristi, son las siete y media.-Me destapo y la veo de pie, mirándome cariñosa pero al mismo tiempo seria, con esa pose que tanto la caracteriza, con los brazos en jarras. La luz de la lamparita me molesta y me vuelvo a tapar instintivamente.-Cristi.-Repite, esta vez, algo más nerviosa.-Que es tarde…
Intento salir de la cama, pero tengo la sensación de que hay algo encima de mí, algo que me impide levantarme, pero mi abuela parece no comprenderlo y vuelve a decir mi nombre.
-Ya voy…-Suspiro saliendo a duras penas de la cama.
-No te tendrías que acostar tan tarde entresemana-Me aconseja mientras me abraza.
Afirmo con la cabeza y me voy a desayunar, como todas las mañanas en los días de colegio, me espera un té recién sacado del microondas y después el ponerme el uniforme y todo lo demás que he estado siguiendo durante los doce años que llevo en mi colegio.
Vuelvo al cuarto y veo a mi abuela, que me había hecho la cama y que me vuelve a recordar:
-Son menos veinticinco.-Y señala a su amado reloj, el que mi tío le había regalado hacía ya algo más de diez años y ella no se había despegado de él desde entonces.
De pronto oigo la voz de mi madre, recién levantada también que llama a mi abuela. Mientras que me cambio escucho la conversación:
-Ha vuelto, como todas las mañanas.-Decía emocionada en voz baja-Sígueme sin hacer ruido.-Y las oigo caminar hasta la cocina.
-Parece una golondrina-Comenta -Pero es otro tipo de ave… Será un pájaro silvestre. No cómo esos de jaula… No-Rectificó- Ningún pájaro es de jaula.
Entonces volvía mi abuela a la habitación, yo ya estaba casi lista para irme a la escuela.
-Es tarde-Insistía.
-Ves a atar a Pluto-Contestaba.
Ella siempre me acompaña al autobús, con mi perro, Pluto, un teckel (o perro salchicha) completamente negro. Durante ese rato de espera nos gustaba hablar, comentar las cosas del día anterior, contarnos los sueños que habíamos tenido aquella noche o simplemente me ponía a escucharla a ella, que me contaba todo tipo de anécdotas de sus “tiempos mozos”.
-Voy llamando al ascensor-Me anunciaba cuando ya le había puesto la correa a mi perro. Sus ojos ambarinos se clavaban en los míos-Que ya son menos diez.
Mi hogar parecía la “Casa de las horas”, en la que los segundos pasaban como minutos, sobre todo por las mañanas, cuando más remolona estaba. Sabía perfectamente que el autobús vendría a las ocho. Al fin, recogido todo salía de casa y me despedía de mi madre.
-Que tengas un buen día-Respondía ella con aquella mirada de complicidad que solo nosotras dos compartimos.
La puerta se cerró tras de mí y nada más bajar a la calle me pareció ver el pájaro que mi madre describía, en el balcón de enfrente, acurrucado en una bola de plumas y refugiándose de la fría lluvia de abril.